¿Dónde está el bebe?

No fueron pocas las veces donde mi esposa y yo nos miramos y nos preguntamos, ¿dónde está el bebé? Afligidos buscábamos encontrar a nuestra hijita, la encontrábamos en los lugares más inusitados como debajo de la cama, dentro del lavador y hasta dentro del refrigerador.

La misma aflicción podemos sentir en estos días que preceden la navidad.  Vemos promociones navideñas en los comercios, fiestas de navidad en las empresas, películas navideñas en la televisión, mucha mención al viejito pascuero (San Nicolás) por todas partes, pero ¿Dónde está el bebé?

El término navidad procede del latín nativitas siendo que nativatis significa nacimiento. Navidad es la fiesta cristiana en que se conmemora el nacimiento de Jesucristo. Es la fiesta del cumpleaños de nuestro Salvador y Señor que nació 2017 años atrás. Él es el motivo de la Navidad y debería ser y estar en el centro de todas las conmemoraciones en esta época.

El hábito de regalar presentes los unos a los otros es una práctica simbólica.  Regalamos a otros como si regalásemos merecidamente a Jesús y recibimos inmerecidamente de otros como si lo recibiésemos de Jesús. Cuando Jesús está en el contexto regalamos de manera generosa y recibimos con gratitud, pero sí sacamos a Jesús del contexto nos abrimos a la mezquines e ingratitud.

¡No podemos olvidar a quién pertenece la fiesta de Navidad! La ausencia del bebé navideño torna la Navidad en una época de consumismo y resaca, cuando en verdad su presencia puede tornar esa época en verdadera solidaridad y alegría. La presencia de Jesús no solo da significado al 25 de Diciembre sino que lo hace cada día del año.

El pequeño bebé creció y nos regaló en la cruz la salvación, que es el más precioso regalo que podríamos recibir.  Ese bebé nos proporciona vida y vida en abundancia.  Hay que buscarlo hasta encontrarlo, y una vez encontrado hay que incluirlo en nuestro cotidiano. ¡Sepamos donde está el bebé!

¿Dónde y cuándo encontraste a Jesús por primera vez? ¿Qué lugar ocupa Jesús en tu vida cotidiana?


(Encontrado por los ángeles, Lucas 2:12 – Encontrado por los magos, Mateo 2:11)

Comentarios

  1. Muy buena reflexión comisionado, y muy buen título, pero hay algo mas que me preocupar, es el árbol de Navidad, creo que también el árbol con todas sus decoraciones esconde al bebe, personalmente desde pequeño el árbol me incomodó y siempre sentí la inquietud de buscar cual era el Origen bíblico del árbol y nunca encontré una respuesta.

    Después de muchos años decidimos como familia decorar y celebrar navidad con un pesebre para darle realce justamente al nacimiento de este niño que cambió nuestras vidas, sin embargo hasta ahora vemos como se esconde al niño detrás del árbol o dando un lugar irrelevante. Sería interesante leer un artículo relacionado al origen del árbol y si es biblico o correcto darle el lugar que le damos en estas fechas. Dios le bendiga y gracias por todos los artículos que sube cada semana y que algunos de ellas nos dejan pensando toda la semana.

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    1. Roberto, así como los regalos, el árbol de navidad no tiene procedencia exactamente bíblica, pero ha sido adoptada por la tradición Cristiana (a partir siglo XVII), por lo siguiente: El árbol significa el reino de Dios, “Yo soy el árbol (vid) ustedes las ramas”. (Juan 15: 1). Las luces que adornan significan Cristo, “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12). La calidad del árbol, el pino, por ser un árbol muy resistente al invierno significa vida: “Yo vine para que tengan vida y vida en abundancia” (Juan 10:10).
      Cuando miramos a los árboles de navidad pensando en esos significados bíblicos, no hay mal alguno.

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  2. La navidad!!!...un verdadero tiempo de gozo para todos los que han buscado y encontrado "el bebé". Tiempo de reflexionar sobre si hemos permitido que el bebé crezca dentro de cada uno de nosotros y madurar su precioso regalo de "salvación" en nuestras vidas.
    Cuán tremenda manifestación de humildad, escoger un simple establo de animales para nacer!
    Preparemos el mejor pesebre para que nuestro "bebé" renazca en nosotros, que nuestro corazón se llene de sobremanera en humildad para ser escogido como su nuevo pesebre. Dios les bendiga!

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