¿Soy hombre o mujer?
Nací en los años 60, época en que éramos enseñados a ser hombres o mujeres,
considerando cualquier otra alternativa de género como una aberración
diabólica.
En biología escolar aprendimos que el sexo es determinado por el sistema de
los cromosomas; siendo que los cromosomas XY determinan que el sexo del
individuo es hombre, y los cromosomas XX determinan que el sexo cromosómicamente
es femenino. Solamente en casos muy raros es que esa regla biológica no se
aplica.
Al parecer en nuestros días, la gente busca su identidad de género no en la
objetividad de su realidad cromosómica, sino en la subjetividad de su realidad
psicológica. No obstante, en esta situación, la iglesia debería justamente ser
el ambiente donde las personas puedan sincera y honestamente encontrar su
verdadera naturaleza y potencial en Cristo Jesús, en un ambiente de respeto y
confianza.
No podemos simplemente mirar a la persona diferente como una aberración
diabólica, sino como alguien que como nosotros puede descubrir en Cristo la
vida abundante. Eso no ocurre por fuerza
o violencia, salvo a través de la actuación convencedora del Espíritu Santo. Cuando
nosotros nos hacemos jueces, asumimos equivocadamente un papel que no nos
corresponde.
La verdad es que cuando pasamos a conocer a Jesús como nuestro Salvador y
Señor, tenemos que desvestir conceptos y prácticas antiguas; y vestir conceptos
y prácticas nuevas conforme a la verdad de Dios. Ese es un proceso que puede
ser doloroso para algunos o placentero para otros, pero nadie puede
evitarlo. Atravesar ese proceso en un
ambiente de hermandad fortalece la caminata de todos.
Hago mías las palabras del apóstol Pablo a Timoteo: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales
yo soy el primero.”
¿La iglesia es lugar para santos o para pecadores? ¿Cómo atraer los
inconversos a los cultos?
(Nueva Vida en Cristo,
Efesios 4:22-24 – Juzgar a los demás, Mateo 7:1-3)
Boa reflexão Comissário Tornem. Nosso papel não é julgar, mas servir de instrumento para Deus tocar os corações das pessoas para que elas possam fazer suas escolhas. Deus não nos obriga, mas nos dá livre arbítrio para que possamos decidir o que queremos para nós. Todas nossas escolhas têm suas consequências, boas ou não.
ResponderBorrarGracias Wilson por su comentario. Conforme las estadísticas de “blogger” este texto ha sido uno de los más leídos del Blog del Comisionado. A pesar de eso el tema no ha tenido muchos comentarios. Posicionarse hoy día sobre ese tema no es fácil pero es necesario, que Dios nos ayude e ilumine a todos sobre ese asunto.
ResponderBorrarMuy buenos días comisionado tiene mucha razón Mostrar que la comunidad de creyentes tiene qué recibir con los brazos abiertos a todos pero también en algún momento se tiene que confrontar el pecado, las personas Qué piensan diferente a lo que dice la palabra de Dios en algún momento hay que decir la verdad de la palabra y no solamente lo que quieren escuchar, que tienen pensamientos equivocados acerca de la creación y naturaleza del ser humano es por eso qué debemos ser comprensibles pero no olvidar que Dios está en contra de lo que dice la sociedad que a lo bueno llaman malo y a lo malo llaman Bueno gracias por difundir este tema que en muchos lugares no se habla. Dios les bendiga.
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