¡Pare de Bocinar!
Jamás voy olvidarme de una escena que viví cuando era niño y quedó el
recuerdo fuertemente en mi memoria. Estábamos
en el auto yendo al aeropuerto, y en el camino teníamos que pasar por una
enorme y congestionada rotonda que recibía carros de unas cuatro avenidas
grandes.
Un auto se detuvo averiado en el medio de la rotonda y su conductor intentaba
insistentemente de hacerlo funcionar, mientras que un mar de carros se
acumulaba detrás de él. El motorista
atrás del auto dañado empezó a bocinar tercamente, irritado por la demora. Cuando entonces el conductor del auto averiado
salió a su encuentro y calmadamente le dijo: “aquí está la llave de mi auto;
usted vaya e intente hacerlo funcionar mientras yo me quedo aquí bocinando”.
Varios motivos nos llevan a irritarnos con los otros y hay veces en que nos
gustaría atropellarles, pero en el nuevo testamento, el apóstol Pablo nos llama
a enfocarnos no solamente en nosotros mismos, más sí, mirar con simpatía
también a los otros. Jesús va más allá y dice que debemos evitar detenernos en
los pequeños errores de los otros, y pasar de largo por los grandes errores
nuestros.
No hay como evitar la congestionada rotonda de la vida, por ella tenemos
que pasar, atravesando todo tipo de personas y situaciones. Muchas veces son los otros que impiden
nuestro progreso, y otras veces somos nosotros que impedimos el avance de los demás.
La realidad es que nuestro enojo hacia las demás personas y el enojo de
ellos hacia nosotros, no mejoran el viaje para nadie. El viaje siempre es tan eficaz
y tranquilo como nuestra voluntad en bajar de nuestro auto y ayudar el varado,
sabiendo que quizás uno de estos días seremos nosotros los que estaremos ahí varados.
Quizás lo mejor es parar de bocinar, remangar las mangas, y ayudar a empujar el
auto averiado.
¿En la rotonda de la vida, cuáles son los obstáculos que más te incomodan? ¿Qué
puedes hacer para remover los impedimentos que te atascan?
(Consejo de Pablo,
Filipenses 2:3-5 – Consejo de Jesús, Mateo 7:3-5)
Que difícil es ser humano cuando se pretende ser Cristino!
ResponderBorrarPero cuando somos cristianos, y somos cristalinos, no es tan difícil.
Muchas gracias por la reflexión.
Bendiciones a todos los cristianos "Hijos verdaderos de Dios" que caminan la 2da milla, saben dar la otra mejilla, y cuando son ofendidos, van a pedir perdón antes de depositar su ofrenda!